Hemos pasado casi dos meses de cuarentena, y nuestro cuerpo y nuestra mente han sufrido. Imaginad los de nuestros amidogs, a los que no se les puede explicar los cambios drásticos que ha supuesto para sus vidas, el inicio de la cuarentena primero, y, ahora, el desconfinamiento, ya que han estado con nosotros en casa...