Te voy a pedir que des rienda suelta a la imaginación, e intentes dibujar la siguiente escena en tu cabeza.
Estas en casa tranquil@, y todo lo que tenías que hacer está hecho. Tu pareja se está vistiendo, poniéndose la camiseta de vuestro equipo favorito. ¡Hoy vais a verle jugar, que bien! Coge la bufanda a juego con el resto de la equipación, las llaves de casa, y te dice: “¿Estás preparad@?”
¡Qué preguntas! ¿Cómo no vas a estarlo? Te diriges como un rayo a la puerta. Es un día estupendo, el sol todavía luce, la temperatura es agradable… y tenéis un plan magnifico, ¿Se puede pedir más?
Os cruzáis con una vecina muy simpática, pero tu pareja va a paso rápido y apenas te da tiempo a hacer un breve saludo. Os veis casi a diario, en otra ocasión ya hablaréis más tranquilamente. No quieres llegar tarde al partido y seguís vuestro camino.
Algo te extraña, parece que no vais en dirección al estadio. Pero bueno, confías en que sepa algún atajo para no perderos ni un minuto del espectáculo.
De pronto se para en la oficina de correos y entráis. “Solo es un minuto, tengo que recoger un pedido”. Algo extrañad@ le acompañas, y tras esperar vuestro turno unos minutos (que a ti se te hacen eternos), salís con el paquete.
Ya en la calle, os cruzáis con un amigo de tu pareja, pero en esta ocasión sí os paráis. Ellos charlan de sus cosas mientras tú miras sin poder participar. Empiezas a impacientarte un poco al cabo de un rato, solo tienes en mente el partido.
Por fin comenzáis a andar de nuevo, y ahora el que acelera el paso eres tú. Tu pareja te pide ir más despacio. “Parece que vas a apagar un fuego”, te suelta con tono serio.
Algo raro pasa, vais en dirección a casa. Frunces el ceño y te tensas. De hecho, te cruzas con tu mejor amigo del colegio, al que conoces de toda la vida, y apenas levantas las cejas a modo de saludo, mascullando un “hola” casi imperceptible. Tu pareja te echa en cara ese comportamiento, que en su opinión, es maleducado. Pero a ti en ese momento te da todo igual, te sientes frustrad@.
Ya en casa, estás de los nervios, lo que parecía una tarde maravillosa se ha convertido en una salida apresurada, sin disfrutar apenas del paseo, y antes de darte cuenta, estáis de regreso. ¡Tu pareja ya se ha puesto el pijama!
¿Cómo crees que te sentirías?
Ahora te voy a pedir de nuevo algo de imaginación: piensa que tú no eres tú. Eres un perro. Tu pareja es en realidad el humano que te ha incluido en su familia; la vecina a la que apenas te da tiempo a saludar es esa perrita del barrio con la que a menudo os encontráis y te recibe siempre contenta; el mejor amigo del cole es ese otro perrito que conoces desde que ambos erais cachorros; y esa salida que tú pensabas que era para ir al partido es el paseo que a veces dais para ir a jugar con tus compis perrunos.
¿Sorprendid@?
En breve hablaré sobre los paseos perrunos de calidad, en un webinario en directo sobre este tema. Será el próximo miércoles 21 de julio a las 20:00h, y durará aproximadamente 1h. Al final dedicaré unos minutos para resolver cualquier duda que puedas tener sobre este tema. Si no puedes verlo en directo, tendrás a tu disposición la grabación para verla en cualquier momento, estará disponible, solo para los inscritos, después de la finalización del directo.
Son 12€ (IVA incluido)y puedes inscribirte en dos minutos haciendo click en el siguiente enlace:
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Mario Sauca
Educador canino 27 de abril de 2021
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